¿Qué es la Hidrocele?

La hidrocele es un tipo de hinchazón en el escroto por un acumulo de líquido entre las diferentes capas del testículo y el escroto. Suelen haber diferentes tipos de hidrocele, algunos pueden aparecer en recién nacidos, y en otras personas durante la adultez.
La hidrocele no suele ser dolorosa ni dañina, sin embargo, puede requerir tratamiento sí llega a ser lo suficientemente grande, incómoda o molesta para la persona.

Hinchazón en uno o en ambos testículos, una hinchazón de toda la bolsa escrotal de uno o ambos lados. Las causas van a variar.

Cuando son en niños o en bebés, la hidrocele normalmente está asociada a problemas congénitos. Y que deben ser evaluados por especialistas, como nuestros especialistas en urología pediátrica. Este tipo de hidrocele en los niños es conocido como hidrocele comunicante y suele estar asociado a una hernia inguinal.

En las personas mayores la hidrocele puede ser debido a una lesión, a una inflamación o a una infección dentro del testículo y o del escroto. Y, usualmente no requiere tratamiento quirúrgico, salvo que el volumen sea considerable.

Normalmente, la mayoría de hidroceles que están presentes en el nacimiento ocurren en menos del 5% de los varones recién nacidos, no es muy frecuente. En los bebés prematuros que nacen 3 semanas antes de la fecha estimada del parto, suelen tener un riesgo mayor.
Una de las causas más frecuentes de hidrocele, también en el adulto, es después de una cirugía de varicocele.

El diagnóstico de varicocele es mediante la consulta médica, a la hora del examen físico, y a veces puede ser necesario la transiluminación, que es con una fuente de luz como una linterna, se coloca prendida rosando al escroto y todo debería prenderse de un color rojo. En algunos casos, puede ser necesario análisis de sangre o ecografía, según el caso.

En los bebés, una hidrocele a veces desaparece solo, sin embargo, si persiste la hidrocele luego de un año de edad, puede ser requerida una intervención quirúrgica a cargo de un médico especialista, como un urólogo pediatra. En el caso de un adulto, solo si suele dar molestias o dolor, se puede aconsejar el tratamiento de éste.